El Universal, 11 de diciembre de 2012
Ya en el año 2010 la revista Time advertía que la carencia de una licencia de construcción ponía en riesgo su perdurabilidad, pues al carecer de los permisos pertinentes, podía exigirse que fuera derribada.
Por otra parte, la llamada "catedral" no es tal: es una catedral en cuanto a que el edificio responde a los parámetros característicos de este tipo de construcciones, pero no ha sido consagrada como templo.
Su autor, Justo Gallego, vino al mundo el 20 de septiembre de 1925, en el seno de una familia de terratenientes, de la que heredó una importante fortuna. No recibió formación académica de ningún tipo, según confirma él mismo en un texto situado a las puertas de la Catedral: "No soy arquitecto, ni albañil, ni tengo ninguna formación relacionada con la construcción. Mi educación más básica quedó interrumpida al estallar la Guerra Civil".
A los 27 años ingresó en el monasterio de Santa María de la Huerta, en Soria, de donde fue expulsado al constatarse que tenía tuberculosis, por miedo al contagio del resto de la comunidad. De vuelta en Mejorada quiso dedicar su vida a una obra que pudiera ofrecer a Dios, y al recuperarse de la enfermedad emprendió la construcción en la que trabaja desde hace más de cuarenta años.
Comenzó la catedral, el 12 de octubre de 1961, a partir de información recabada en libros antiguos, muchos de ellos en latín. Lo ha hecho casi todo solo, con algo de ayuda de sus seis sobrinos o de algún eventual voluntario. En ocasiones ha contratado los servicios de un especialista con su propio dinero.
La catedral no corresponde a ningún estilo arquitectónico en particular. Tiene elementos góticos, románicos, renacentistas y barrocos. "No existen planos del mismo, ni proyecto oficial. Todo está en mi cabeza", expresa el autor.
A pesar de las diferentes diatribas que la rodean, la Catedral ha logrado proyectarse internacionalmente como un hito arquitectónico, debido no sólo a lo que representa como resultado del esfuerzo de un solo hombre que ha logrado llevar a cabo la tarea de su construcción, sino también gracias a lo novedoso del empleo de materiales de desecho, lo cual la encuadra dentro de una perspectiva ecológica.
El edificio y su autor se han dado a conocer mundialmente, en especial a través de la exposición fotográfica sobre la catedral que tuvo lugar en el MOMA de Nueva York, y a través de su figuración como imagen de la campaña de la bebida Aquarius. Y la envergadura innegable de esta obra me ha remitido a dos venezolanos destacados: Fruto Vivas, abanderado en la utilización de materias primas naturales como el barro, el bambú y la madera en pos de lo que se ha denominado "bioarquitectura", promotor del reciclaje, y Juan Félix Sánchez, quien, del mismo modo que Justo, levantó su complejo arquitectónico en El Tisure prácticamente solo, en compañía de su compañera Epifania Gil.
Tanto en lo relativo al problema de los permisos de construcción, como en lo tocante a la consagración del edificio, la autoridad competente es la Diócesis de Alcalá de Henares, a cuyo criterio quedará proseguir la obra o derribarla cuando Justo ya no esté.
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