martes, 3 de septiembre de 2013

Tras la pausa: Simonetta Agnello Hornby

El Universal, 3 de septiembre de 2013

Retomar la rutina tras las vacaciones, aun para quienes disfrutan del trabajo que realizan, puede resultar cuesta arriba. Reajustar los horarios, reducir el tiempo de ocio, e incluso los desplazamientos, puede generar desazón, ansiedad y hasta trastornos del apetito o del sueño.
Los expertos recomiendan, de cara a esta panorama, que la transición hacia la rutina se efectúe de manera gradual, y que se reserven momentos para el disfrute, para actividades que prolonguen la sensación de sosiego propia de las vacaciones, sin que “la vuelta al cole” se perciba como una pérdida drástica de la cuota de placer que es necesaria en nuestras vidas.

Una buena alternativa es recurrir al ejercicio, si puede ser, al aire libre, lo que contribuye a drenar tensiones y a generar las endorfinas responsables de nuestra sensación de bienestar. Otra posibilidad es optar por la lectura, lo que además permite “desconectar” transitoriamente de la presión del día a día.

Radicada en Londres desde 1972, tras su matrimonio con un inglés, Simonetta Agniello Hornby es abogada, y mantiene un despacho en Brixton, un barrio del sur de Londres, cuya población es mayoritariamente musulmana y de origen caribeño. Agniello no sólo atiende casos relativos a menores desfavorecidos, sino que llegó a ser presidente del tribunal de Necesidades Educativas Especiales e Incapacidad, tarea que alternaba con sus quehaceres como profesor de Derecho de Menores en la Universidad de Leicester.

Sin embargo, esta mujer se ha dado a conocer por su obra literaria, en la que aborda con una
mirada, a la vez amorosa y crítica, su Sicilia natal.

La escritora nació en Palermo en 1945, y transcurrió su infancia en la vetusta casona familiar de Agrigento. De hecho, confiesa no haber asistido al colegio hasta los once años, pues su educación corría a cargo de un preceptor que acudía a casa un par de horas cada día.
En Agrigento podía observar los contrastes entre el modo de vida de la aristocracia a la que ella misma pertenecía y las carencias que experimentaba el grueso de una población que procuraba sobrevivir tras la Segunda Guerra Mundial.

Los libros de Simonetta Agniello recogen estas vivencias e incursionan en las raíces de una estructura social que actuaría como caldo de cultivo para que surgiera y se consolidara la Mafia o, más bien, lo que la escritora denomina “mafiositá”, una tendencia a resolver las cosas recurriendo a contactos e influencias, muy afincada en el espíritu siciliano.


Acreedora de diversos premios literarios, el núcleo de su obra lo constituye lo que la crítica ha dado en llamar “la trilogía siciliana”: La tía marquesa, La mennulara y Boca Sellada, tres libros que retratan la sociedad insular en tres momentos distintos de la historia. De ellos, quizá destaca estilísticamente La mennulara, palabra empleada en dialecto para referirse a las mujeres que recogen las almendras, una actividad fecuente entre la población femenina de la isla.

La narración coral permite reconstuir la historia del personaje central a partir de fragmentos que se van sumando. Cada personaje conoce algún detalle, un episodio de la vida de la protagonista. Las versiones, sin embargo, a veces resultan contradictorias, a veces dejan lagunas, pero siempre ponen en luz los prejuicios y la lectura de la realidad que se tiene desde el estrato al que pertenece quien habla.

Tras la mencionada trilogía la autora ha publicado también otras obras, pero ninguna de ellas desnuda tan sutilmente la omnipresencia de la Mafia y su repercusión en la cotidianidad de la vida siciliana como La Mannulara, su primera novela.

La obra de Agniello Hornby, en fin, resulta una alternativa ideal, amena, emotiva e interesante, para esos ratos de solaz a procurar tras el verano.

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