lunes, 30 de marzo de 2015

El caballo de Nietszche

El Universal, 30 de marzo de 2015


En días pasados tuve la suerte de asistir al coloquio que, con motivo del aniversario de “El Caballo de Nietszche”, tuvo lugar en Madrid. Se trataba de celebrar el primer año de actividades del blog que ha pasado a ser un hito en los medios españoles por haberse convertido en canal de comunicación y punto de encuentro de todos los que simpatizan con la causa animalista.

Aspectos éticos y periodísticos, humanos y prácticos, formaron parte de los temas en torno a los cuales giró la conversación durante una emotiva velada, en la que la atención recayó particularmente sobre la periodista Ruth Toledano, un referente por su profesionalidad y su trabajo en favor de los animales. También estuvo presente Alessandro Zara Ferrante, connotado activista ítalo-venezolano.

El blog toma su nombre de un episodio que se considera crucial en la vida Nietszche: el 13 de enero de 1889, en las calles de Turín, cayó de rodillas ante un caballo que era brutalmente azotado por su cochero, experimentando una especie de revelación acerca de las connotaciones que revestía ese hecho.

La situación pasa inadvertida ante nuestros ojos, contemplada con naturalidad, velada con el manto que pone la cotidianidad a un sinnúmero de prácticas que no cuestionamos porque se han llevado a cabo desde tiempos inmemoriales: pretendemos desconocer el sufrimiento que se esconde en la indumentaria que vestimos a diario, en el alimento que consumimos y, a menudo, en situaciones tan paradójicas como el acudir al zoológico o al circo, concitados precisamente por la simpatía hacia los animales, sin percibir la enorme injusticia en que se incurre al distorsionar lo que es su modo natural de vida y el daño que se les inflige para lograr que se comporten de determinada manera.

Hace no mucho tiempo, alguien ironizó acerca de un post animalista que había colgado en mi Facebook. La persona en cuestión se lamentaba de no haber nacido animal, lo cual le hubiera hecho objeto de preocupación y movilizaciones. Sin desconocer el tono jocoso de su observación, está claro que en el comentario subyacía la acusación de que los esfuerzos deberían
estar dirigidos a proteger a grupos humanos vulnerables, en lugar de a otras especies.

No son cosas mutuamente excluyentes: así como hay personas y organizaciones abocadas a realizar una solidaria labor en pro de sus congéneres, se justifica que exista un colectivo preocupado por la causa animalista debido a diferentes razones: en primer lugar, la lucha por el respeto a los derechos de los animales es relativamente reciente, con lo cual hay mucho menos personas involucradas en esta tarea, pero más aún: hay mucho menos personas al tanto de cuál es la situación real. En segundo lugar, se trata de la voz de los que no tienen voz: se trata de defender a quienes no pueden hacerlo por sí mismos.

En tercer lugar, se trata de una causa relacionada directamente con el ser humano, con su entorno, con su posicionamiento respecto a al lugar que ocupa en el planeta y a otros seres vivos; pero finalmente se trata de una causa en la que todos podemos incidir de manera palpable e inmediata.

“Earthlings” , el laureado documental de Shaun Monson y Persia White, subraya el hecho de que terrícolas somos todos los que vivimos sobre el planeta Tierra, humanos o no. La explotación de unas especies por parte de otra no puede ser vista más que como un acto de dominación y abuso, que hasta hace poco no había sido cuestionada. Estoy segura de que muchos actuábamos así porque no éramos conscientes de lo que sucedía, y de que, una vez abiertos los ojos, no es posible permanecer impasible.

Fotografía Ed Wray
En contra de la convicción que tradicionalmente ha prevalecido acerca de la supuesta “insensibilidad” de los animales, trece prestigiosos neurocientíficos suscribieron en la Universidad de Cambridge, el 7 de julio de 2012, en presencia de Stephen Hawking, un manifiesto afirmando la existencia de "conciencia" en diversos animales no humanos: "Decidimos llegar a un consenso y hacer una declaración para el público que no es científico. Es obvio para todos en este salón que los animales tienen conciencia, pero no es obvio para el resto del mundo. No es obvio para el resto del mundo occidental ni el Lejano Oriente. No es algo obvio para la sociedad." (Philip Low).

En esta línea, el blog es una expresión más del esfuerzo que se adelanta por denunciar e impedir abusos en contra de los animales no humanos, pero sobre todo, por concientizar a la sociedad respecto a lo que estásucediendo ante sus ojos y pasa, sin embargo, inadvertido. Parabienes y que cumpla muchos más.


martes, 24 de marzo de 2015

Di Giacobbe en Madrid

El Universal, 24 de marzo de 2015

El “bean to bar” es un proceso artesanal mediante el cual se elabora el chocolate procurando poner de manifiesto las peculiaridades de la semilla que se emplea, lo que permite llegar, en cada ocasión, a un resultado irrepetible, único. Por contraste con los procesos industriales, que a menudo incorporan otros ingredientes como mantecas sucedáneas o harina para aumentar el volumen, el “bean to bar” parte exclusivamente del cacao y el azúcar para obtener sus productos.

“Bean to bar” significa en inglés, literalmente, “del grano a la tableta”, lo que describe un procedimiento que se inicia con la selección y adquisición de las semillas, que habrán de tratarse cuidadosamente para obtener el chocolate, directamente de los cultivadores.

Factores como el suelo, el clima, y obviamente la variedad de la planta, ocasionan que haya una gran diversidad de cacaos, lo que explica a su vez la infinita variedad de productos. Resulta casi imposible reproducir exactamente  EL proceso para obtener resultados idénticos en cada elaboración de chocolate. De hecho, el proceso “bean to bar” logra evitar la estandarización de los productos.

Una de las promotoras de esta modalidad en nuestro país es María Fernanda Di Giacobbe, alma de “Cacao de Origen” y fundadora de Kakao, la primera fábrica de bombones rellenos con sabores venezolanos.

A más de obtener un producto que se distingue por sus particularidades gatronómicas, el “bean to bar” incide en otras dos áreas, relacionadas más bien con la economía: la promoción del comercio justo, al adquirir a precios adecuados el cacao de los propios cultivadores, cuya ganancia de otro modo se vería mermada al compartirla con intermediarios, y el estímulo al emprendimiento, al fomentar una actividad que puede llegar a tener visos comerciales.

Desde que en 2009 María Fernanda atendiera una invitación del Fondo Social Miranda para dictar un curso de bombones venezolanos en diversas comunidades cacaoteras de Barlovento, muchas son las mujeres que han encontrado en esta actividad, a más de un espacio creativo, una forma de sostener sus hogares. Ello le valió a la gastrónoma una invitación a participar en el encuentro que tuvo lugar en Bilbao los días 1 y 2 de marzo: el Parabere Forum, una plataforma independiente sin fines de lucro que integra las opiniones de mujeres vinculadas al área de la alimentación, acogió con entusiasmo la visita de Di Giacobbe y la disertación acerca de su experiencia con el “bean to bar”.

A continuación, se trasladó a Madrid para participar en tres eventos organizados por Helen López Vásquez, periodista especializada en gastronomía, quien se ha constituido en una connotada embajadora del chocolate venezolano en Europa.

María Fernanda ofreció una conferencia en la Escuela de Agronomía de la Universidad Politécnica de Madrid junto al ingeniero agrónomo Robert Rodríguez, y a la francesa Chloé Doutre-Rousell, autora del libro "Chocolate para entendidos: guía práctica para catarlo y disfrutarlo”. En dicha conferencia analizaron las tendencias actuales en la producción y comercialización del cacao.

Acto seguido, Di Giacobbe y Doutre, fundadoras de la primera escuela “bean to bar” en Tokio, ofrecieron el taller “Chocolate: ¿cómo se cata el alimento más sexy del mundo?” que tuvo lugar en el restaurante venezolano La Cuchara. Allí también tuvo lugar, al día siguiente, una cena preparada por María Fernanda cuyo propósito era demostrar cómo el cacao, asociado tradicionalmente a la repostería, puede con derecho ocupar un sitio entre los platos fuertes de la comida. El menú incluyó Arepitas con nibs de cacao Canoabo y tropezones de jamón Ibérico; langostinos salteados en manteca de cacao sobre ensalada de granos españoles con mayonesa casera de kumache; fetuccini de cacao con reducción de queso de cabra y ron rociado de apricot, ciboulet y chocolate 70%; asado negro caraqueño al licor de cacao sobre volcán de papas, manchego y chistorras con verdes, y Aragua ganache, naranjitas y quesillo de coco.

Si bien el “bean to bar” no es una tendencia nacida específicamente en nuestro país, si ha encontrado en él un terreno favorable para desarrollarse y expandirse, básicamente en razón de su riqueza cacaotera, que incluye variedades originarias y muy antiguas.

En el “bean to bar” confluyen la innovación, la dedicación y el conocimiento para desarrollar una alternativa viable en la producción del chocolate, tanto en términos económicos, como en términos gastronómicos. Respetable la labor de María Fernanda Di Giacobbe, que contribuye a difundirla.


martes, 17 de marzo de 2015

No solo de pan...

El Universal, 17 de marzo de 2015


“Una gran movilización a través de la música, para mostrar a los más desfavorecidos que no están solos”. Así se define el proyecto “A kiss for all the world” , que contempla la gira de la Orquesta Académica de Madrid, con su respectivo coro, a través de diversos puntos de Latinoamérica, África y Asia.

La primera fase del proyecto, que se desarrollará durante los meses de junio y julio, prevé interpretar la Novena Sinfonía de Beethoven , declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 12 de enero de 2003, en las zonas más deprimidas de México, Colombia, Perú y Chile.

La gestión de esta iniciativa corre a cargo de un equipo conformado por Óscar Pintado, Ronald Maguiña, Luján Artola, Rafa Cobo y Santiago Requejo, respaldados por un conjunto de personajes que han aceptado sumarse al proyecto en calidad de “embajadores”. Cuentan así mismo con el apoyo de un patronato de honor del que forman parte figuras tan populares como Plácido Domingo, Luis Rojas Marcos, la baronesa Carmen Thyssen Bornemisza , Antonio Vázques Romero, Alberto de Elzaburu , Amadeo Petitbo, Antonio Garrigues y Carmen Riviriego . A la cabeza del equipo y de la Orquesta, el maestro Iñigo Pirfano.

No sorprende que sea Pirfano quien haya motorizado las acciones en este sentido, puesto que lo largo de su trayectoria ha mostrado un interés creciente en aproximar el arte a las personas, explorando particularmente el potencial que entraña la música como factor de desarrollo a través de sus libros “Ebrietas, el poder de la belleza”, “Inteligencia Musical” y “Música para leer”. Compositor, escritor, conferenciante y director de orquesta, fue galardonado con el Premio Liderazgo Joven de la Fundación Rafael del Pino en 2011.

La colaboración de un grupo de especialistas de la talla de Baruc Corazón, diseñador de modas; del escritor Mario Tascón; de Tomás Muñoz, experto en dirección de escena, escenografía e iluminación, y de Ignacio Vicens, el arquitecto que concibió el escenario móvil en el que tendrán
lugar las presentaciones, hará posible que esta experiencia tenga lugar con el más alto grado de calidad posible.

Acometer una acción de esta naturaleza puede resultar, hasta cierto punto, polémico. ¿Qué sentido tiene llevar algo inmaterial como la música a lugares carentes de los más elementales servicios?
Inspirado en la filosofía cartesiana, el proyecto parte de la idea de que las necesidades materiales del individuo deben ser atendidas, pero sin ignorar otras necesidades inherentes a la realidad del espíritu. Al respecto, una de las más recientes entradas de su blog señala: “Es preciso darse cuenta del que Arte es necesario, no porque nos ayude a vivir mejor, sino porque hace nuestra vida más digna de ser vivida; no porque sea imprescindible para la vida, sino indispensable para una vida propiamente humana”. En consecuencia, así como otras entidades se ven llamadas a satisfacer determinadas carencias, “A kiss for all the world” tiene clara la misión que está llamada a desempeñar al promover una experiencia de un impacto emocional único.

Por mi parte, mientras aguardo con interés las primeras presentaciones, no puedo dejar de considerar que esta acción no solo reviste valor desde el punto de vista del encuentro de las personas con la música, sino también como reclamo para que la atención recaiga en el hecho, aparentemente obvio, de que no solo de pan vive el hombre, y que el desarrollo máximo del potencial que cada persona trae consigo solo es posible cuando se involucran todas las dimensiones de su personalidad.

martes, 10 de marzo de 2015

El rostro de Venezuela

El Universal, 10 de marzo de 2015

Venezuela, puerta de entrada de América del Sur. El paraíso del Caribe. Un país para querer. Muchas han sido las consignas a través de las cuales ha querido proyectarse nuestro país de cara al mundo a través de la historia. Quizá una de las primeras concepciones promovidas podría ser aquella rubricada por Cristóbal Colón, quien, en carta dirigida a los Reyes Católicos en 1498, afirmaría: “yo muy asentado tengo en mi ánima que allí donde dije, en Tierra de Gracia, se halla el Paraíso Terrenal”.

Internacionalmente, la imagen que ha prevalecido es la del país petrolero, pujante, dotado de inmensas riquezas minerales y de una naturaleza exuberante. Más tarde, la atención se ha centrado en el proyecto político vigente y su influencia en el continente americano. Hoy en día, con certeza, existe gran expectativa respecto al curso que han de tomar los acontecimientos, y gran interés acerca de la forma en que se manejan temas como la libertad de expresión, las manifestaciones públicas y los derechos humanos.

En este sentido, dos exposiciones promovidas por venezolanos han mostrado recientemente en Europa dos visiones del país: ¿Antagónicas? ¿Complementarias?

La primera de ellas, "Expo Venezuela de verdad” se presentó recientemente en el emblemático Círculo de Bellas Artes de Madrid. Si bien el español medio siempre se ha sentido vinculado a nuestra patria, debido fundamentalmente a la colonia que el país albergara en su día y que llegó a ser la más numerosa del mundo, en la actualidad hay una creciente inquietud de cara a la fuerza que ha cobrado el partido político Podemos, en razón de lo cual se ha acentuado el interés por el modelo de gestión venezolano. De la polémica muestra, organizada con la colaboración de diversas empresas españolas, han querido reconocerse como logros el aumento de la inversión pública en salud y la aceptación de la “dación en pago”, mediante la cual un ciudadano puede resarcir a una entidad bancaria de la deuda hipotecaria que tuviera con ella mediante la entrega del inmueble hipotecado a dicha entidad, lo cual resulta especialmente atractivo en un país como España, conmocionado socialmente por los desahucios.

La otra exposición a la que quiero referirme resulta particularmente interesante. Ha sido organizada en Florencia, Italia, por un grupo de venezolanos radicados en Toscana, principalmente mujeres, que, de manera espontánea, han convergido en la conceptualización y realización del evento, que cuenta con el apoyo de las autoridades de la ciudad, particularmente celosas en lo tocante a la defensa de los derechos humanos.

“Venezuela, humor y dolor”, efectúa un recorrido, mes a mes, por los acontecimientos que han tenido lugar en el país en el último año, vistos a través de la mirada de Edo Sanabria, Rayma Suprani, Roberto Weil y Pedro León Zapata. Se trata, pues, de una lectura efectuada en clave de humor, lo cual viene también a revelar parte de la idiosincrasia y el talante del venezolano, proyectando al mismo tiempo la obra de cuatro artistas eminentes en su género.

Diversos hechos acaecidos en los principales ámbitos de la vida nacional, como la salud, la educación, la economía y la seguridad, se reseñan simultáneamente a través de una caricatura (humor) y una fotografía (dolor). El propósito es incentivar la reflexión con miras a la búsqueda de salidas pacíficas a los diversos problemas que confronta Venezuela.

La arquitecto Ingrid Matiuzzi Arce, egresada de la Universidad Simón Bolívar, asumió tanto el desarrollo del planteamiento expositivo en los espacios de la Galería Lumen como la responsabilidad de efectuar el discurso inaugural de la muestra, en el que privó una idea central: la necesidad de no permanecer ni indiferentes ni pasivos ante la realidad del propio país. Una frase en particular resulta especialmente elocuente: “Italia nos da la voz; Venezuela la carga”. Es la expresión de la necesidad de tantos que vivimos en el extranjero pero que no nos sentimos en absoluto ajenos al devenir de la nación.

Los ojos del mundo están fijos en nuestro país. ¿Cuál es su verdadero rostro? Posiblemente ambos, los reportados en ambas muestras. Y también muchos otros: los asociados al trabajo, a la
calidad humana y a la formación de tantos, dentro y fuera de casa.

martes, 3 de marzo de 2015

Los hijos infinitos

El Universal, 3 de marzo de 2015


Un estudiante fallece en un liceo de Macarao tras ganar una pelea, cuando su contrincante regresa con otro sujeto armado que le dispara en la cabeza; dos jóvenes de 21 y 22 años, respectivamente, aparecen muertos en un callejón de Catia y queda en pie la duda de si fueron víctimas del hampa común o si se trata de una represalia por su eventual participación en actos de protesta política; la investigadora Carla Villamedina indica que en el país se registran al mes, en promedio, 76 muertes de menores de edad, un aproximado de dos asesinatos por día, mientras el Cecodap trae a colación un informe estadístico según el cual, durante el año pasado, fueron asesinados en Venezuela 912 niños y adolescentes, de los cuales 126 murieron a manos de efectivos policiales o militares.
Ese es el panorama que describe la prensa de los últimos días.

Ya decía Andrés Eloy Blanco, en su conocido poema “Los hijos infinitos”, que cuando se tienen dos hijos, se tienen todos los hijos de la tierra. En esta oportunidad los que cayeron no fueron los míos: no sé si caerán en la próxima. Lo que sí sé es que me resulta fácil imaginar cómo se sienten las madres de esos jóvenes ahora ausentes.

Las cifras alertan. Es preciso preguntarnos qué es lo que estamos haciendo mal.

Para empezar, advienen a un medio lleno de violencia, de un odio y una precariedad que se gestaron mucho antes de que ellos llegaran. Así pues, esa es la primera herencia que reciben, y su primer reto es decidir cómo enfrentar ese contexto en el que se encuentran inmersos.

¡Qué línea tan frágil entre lo temerario y lo razonable, entre la prudencia y el miedo!

Quienes ahora tienen veinte años crecieron junto a los maestros que nos formamos en la consigna de que la Educación en Venezuela procuraba “el logro de un hombre sano, culto, critico (…) capaz de participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social”, según exponía el artículo 3 de la Ley orgánica de Educación de 1980, principios que pervivían en la Ley de 2009, según la cual se perseguía promover la “participación activa, consciente, protagónica,
responsable y solidaria, comprometida con los procesos de transformación social …” (artículo 15)
Esto es: los educamos para observar objetivamente cuanto les circundaba y para rebelarse contra lo inadmisible, suponiendo que el sistema democrático así lo permitía, y más aún, así lo demandaba. La pregunta es si les enseñamos cómo hacerlo adecuadamente y si efectivamente el medio admite este tipo de comportamientos. Quizá estimulándolos a ponerse en pie los transformamos en carne de cañón, ni más ni menos.

 La alternativa no es, a todas luces, pedir que contemplen pasiva y resignadamente cuanto sucede a su alrededor, sino estimular el uso de mecanismos que trasciendan la protesta callejera, exigir el respeto a la integridad física de nuestros jóvenes y reclamar responsabilidades a quienes, de manera desproporcionada y en contra de lo que establecen nuestra Constitución y nuestras leyes, hagan uso de la fuerza, al tiempo que velamos por que se garanticen los derechos ciudadanos y concretamente, la libertad de expresión. No me refiero específicamente a quienes portan uniforme: resulta casi más preocupante la existencia de grupos civiles armados que pretenden sofocar cualquier expresión que no se ajuste a la línea de pensamiento que defienden, lo que pareciera revelar la encubierta simiente de una posible guerra civil.

Esto en cuanto a lo que concierne a los aspectos políticos de la situación. Pero, en un ámbito más humano, sigue despertando consternación la hostilidad y el uso de la fuerza bruta para amedrentar y conseguir los propios objetivos. Es incontenible la violencia. Y es el producto de un medio en el que privan la ley del más fuerte, la impunidad , la desigualdad social, el resentimiento y un incipiente odio de clases.

El panorama resulta desolador. No se avizora solución a corto plazo en tanto no se hagan efectivos los mecanismos destinados a garantizar el respeto a la persona y se siga confundiendo libertad de expresión con violencia, justicia con victoria de los propios intereses y tolerancia con cobardía.

La educación, siempre, la última esperanza. Del resto, nos queda “todo el miedo del planeta/ todo el miedo a los hombres luminosos/que quieren asesinar la luz y arriar las velas”