martes, 24 de febrero de 2015

Adriana Gásperi, gatos ilimitados

El Universal, 24 de febrero de 2015

Gatos alados que juegan a ser mariposas y dragones, o gatos escamados que simulan ser un pez koi. Ilimitados en cuanto a número, e ilimitados por cuanto se ven libres de toda restricción inherente a su condición gatuna… Son las variaciones que desarrolla la pintora Adriana Gásperi, Agas, sobre un mismo tema, el gato, logrando imprimir a su obra el estilo inconfundible que la caracteriza.

Grandes cabezas redondas; miradas lánguidas veladas por espesos párpados semi-entornados; un iris grande y oscuro; un hociquillo apenas definido por la línea que se extiende desde el diminuto triángulo que sugiere la nariz, hasta la zona de la boca, en donde se bifurca en dos curvas, como dos bastones invertidos: los gatos de Agas se recortan sobre fondos que contrastan por su colorido, y en los que a menudo hay algún motivo que se repite. En ocasiones, este motivo remite al ambiente en el que se quiere contextualizar al protagonista, como las estrellas que rodean a su “Gato cósmico”, pero otras veces se trata apenas de líneas de color que se alternan.

Los cuadros de Adriana revelan de modo inequívoco su formación como diseñador gráfico: dibujo preciso, trazo limpio, cierto grado de geometrización. Imágenes planas en las que predominan los fucsias, los turquesas, los naranjas, los violetas… una paleta fluorescente que se ofrece en parcelas yuxtapuestas, claramente delimitadas.

Hay también una influencia claramente oriental en muchos de sus cuadros, que se expresa por ejemplo en las decoraciones del pelaje, pobladas de motivos vegetales y arabescos, similares a los tatuajes de henna, como se puede observar en CATrina con hiedras; en el tercer ojo de algunos de los mininos, y hasta en los títulos, como Gato vishnuista o Gato mandala.

Esta artista, egresada del Art Institute of Fort Lauderdale, ha presentado recientemente su obra en el Ateneo del Hatillo y en la Galería Intramuros del Paseo Las Mercedes, pero además se consolida internacionalmente: en breve participará en el Cat Art Show LA 2, y hace poco fue invitada para disertar acerca de su obra y su trayectoria en Talk Center América, un proyecto de televisión interactiva de Wolzien LLC. Conducido por Diane Dimond, el programa se caracteriza por establecer contacto en vivo, vía Skype, con invitados alrededor del mundo, estimulando la participación de la audiencia a través de internet. El hecho de que Adriana haya sido seleccionada para intervenir en un programa de estas características da cuenta no solo de la calidad de su obra, sino también de su profesionalidad y desenvoltura aun en otra lengua (el inglés).

Me gustan los gatos. Me gusta la obra de Adriana. Pero sobre todo, me gusta el respeto que profesa al entorno en que está inmersa. La artista dona un porcentaje del precio de cada obra vendida a la asociación Voluntarios por los animales, con miras a financiar la esterilización de pequeños gatos callejeros. “Esterilizar es proteger”, dicen, y Adriana enfatiza la necesidad de crear conciencia acerca de la responsabilidad que tienen las personas de atender adecuadamente a sus mascotas, lo que evita el abandono y por consiguiente el maltrato de gatos y perros callejeros

El tema es menos trivial de lo que parece a primera vista. Aviva Cantor, en un texto brillante denominado The club, the yoke and the leash. What can we learn from the way a culture treats animals (La porra, el yugo y la cadena. Lo que podemos aprender de la forma en que una cultura trata a sus animales) expone cómo en la actitud hacia los animales subyace un posicionamiento que se dirige también hacia otros seres vivos: “Sus tres estrategias básicas -la porra, el yugo y la correa- operan igualmente en la opresión de las mujeres y las minorías. La estrategia de la porra es matar animales por beneficio económico, placer sádico y la “afirmación de la masculinidad”. Es la dominación por la fuerza bruta. La estrategia del yugo consiste en domesticar animales para cargar bultos o tirar de vehículos, producir huevos, lana y leche; proveer carne y pieles. Es la dominación por la esclavitud. La estrategia de la correa es amansar animales para obtener los beneficios psicológicos de la dominación directa del amo sobre la mascota. Es la dominación por el engaño”.
Así pues, si Adriana ha merecido admiración por su obra, que se proyecta con éxito internacionalmente, merece ser también reconocida por su labor en defensa de los animales, que no es más que la defensa de una perspectiva ecológica en la que el ser humano interactúa respetuosa y recíprocamente con las otras especies que comparten el planeta con él.

martes, 17 de febrero de 2015

Arepas en Madrid

El Universal,  17 de febrero de 2015


Durante los últimos años, Arepa Olé ha venido a ser el refugio de cuantos añoramos en Madrid este emblemático manjar nuestro. En un local no muy grande, pero estratégicamente ubicado, hemos podido disfrutar de unas deliciosas arepas.

Arepa Olé no solo ofrece diferentes delicias de la culinaria venezolana, como los tequeños, en un ambiente informal pero cuidado, sino que también es posible encontrar allí otros productos nacionales, como nuestra singular “colita”. Al mismo tiempo, ha pasado a ser una alternativa para proyectar y dar a conocer nuestra gastronomía entre los españoles. De hecho, probablemente tres son las claves en las que se ha apuntalado el éxito de Arepa Olé: el servicio a domicilio, la amabilidad en la atención, y esos detalles que resultan encantadores e introducen al público a otros productos de la oferta del local, como unos pequeños vasos de chicha servidos por cuenta de la casa entre todos los clientes. Es una gentileza, es verdad, pero también es una forma de facilitar la degustación de una especialidad de nuestra cocina.

Es el caso que, además, este pasado jueves 12 de febrero Arepa Olé pasó a ser una cadena de establecimientos operados bajo la modalidad de franquicia, Cristaliza así la iniciativa acometida por Sonsoles García-Rendueles y Edgar Rodríguez, que comenzara con la importadora “Kiosko Venezolano”, una empresa visionaria pero arriesgada, pues en aquel entonces no había tantos venezolanos en Madrid como ahora.

La inauguración de un segundo local, ubicado en las inmediaciones de la Plaza Mayor, revela la aceptación de que disfrutan las arepas en España. La clientela está conformada en
parte por la colonia venezolana y por tantos emigrantes retornados que conocen los sabores de nuestro trópico, pero también por todos quienes han ido descubriendo el placer que significa paladear este delicioso continente de maíz asociado a una diversidad de rellenos capaz de satisfacer todos los gustos. De hecho, los fundadores de Arepa Olé estiman que la clientela está conformada por españoles en un 70%.

Aumenta el número de los aficionados a la comida criolla, que penetra con éxito el mercado madrileño, y Arepa Olé está llamada a atender la creciente demanda de nuestros productos, proyectándose con fuerza como marca y como señal de identidad venezolana. La opción de la franquicia ha sido bien acogida, y de hecho la empresa se plantea cerrar el año con cinco nuevos establecimientos emplazados en Sevilla, Barcelona, Galicia y Valencia.

A la inauguración de este segundo local, mucho más amplio, con dos plantas bellamente decoradas, acudieron venezolanos tan populares como Emilio Lovera e Ivonne Reyes, así como numerosos empresarios interesados en la propuesta de la franquicia.

Arepa Olé parte de la premisa de la adaptación y, si bien aseguran que la oferta gastronómica tradicional venezolana goza de aceptación y no necesita modificaciones particulares, también han querido incorporar a su carta “la Arepa Ibérica”, que utiliza jamón serrano, tomate natural y aceite de oliva, ingredientes característicos de la cocina española. Sin embargo, la predilecta continúa siendo la reina pepeada: “no hay quien la destrone”, aseguran.

Yo disfruto descubriendo día a día las historias de personas que me resultan estimulantes por su valor, por su tesón, por su capacidad de trabajo. Ponerse en marcha, lograr metas, ya de por
sí supone abandonar nuestra zona de confort. Hacerlo en un lugar que nos resulta familiar, con todas nuestras redes de conocidos al alcance, tiene mérito. Pero acometer un proyecto desde el principio, conocer otros mercados, otras leyes, comenzar a relacionarse, y tener éxito, es aun más satisfactorio. Sonsoles y Edgar no solo han logrado concretar una idea para su beneficio personal, sino que están creando posibilidades de empleo y de inversión para otras personas. Quienes adquieran la franquicia ya no partirán de cero, sino que se beneficiarán del trabajo que Sonsoles y Edgar han adelantado, ensayando hasta descubrir un modelo que resulte adecuado y rentable.

El mensaje, como siempre, no es que hay que irse. El mensaje es que valemos, que tenemos capacidad, y que así nos lo demuestran quienes aun en el extranjero, inmersos en un medio diferente, a veces sin compañía y acaso embargados por la nostalgia, consiguen llevar a buen término lo que se proponen, mejorando el entorno que los acoge y saboreando, cómo no, el orgullo de poder decir como Sonsoles y Edgar: “Yo soy venezolano”.

martes, 10 de febrero de 2015

Rumbarroco

El Universal, 10 de febrero de 2015




Ya en vísperas de San Valentín, Rumbarroco ofreció un concierto en la First Congregational Church de Cambridge, Massachusetts, con la participación de la connotada mezzo-soprano Daniela Tošić . El amor fue el hilo conductor que enlazó las piezas que integraron el programa, ninguna de las cuales fue interpretada en su versión original: todas se presentaron transformadas bajo el influjo de la música antigua y los ritmos afrolatinos.

Los venezolanos Alejandro Chávez, Carlos Sulbarán y Sergio Maestre se encuentran entre los integrantes de esta agrupación, dirigida por la también venezolana Laury Gutiérrez.

Laury, egresada en la Universidad de Indiana, cuenta con numerosos reconocimientos por su capacidad de liderazgo y sus aportes al ámbito musical. Recibió el Fellowship del Radcliffe Institute for Advanced Study de la Universidad de Harvard y fue elegida como una de las líderes femeninas de Boston. Ha sido distinguida por el gobierno norteamericano con la concesión del National Interest Waiver, mediante el cual se reconoce la contribución de ciudadanos extranjeros que “debido a su capacidad excepcional (…) benefician sustancialmente la economía nacional, la cultura, los intereses educativos o el bienestar de los Estados Unidos”.

Podría decirse que Laury dirige dos ensembles: La Donna Musicale y Rumbarroco, pero no sería exacto. En realidad, ambas agrupaciones son la cara más visible de un proyecto colectivo de investigación que atiende , en el primer caso, a la difusión, interpretación y conservación de la obra de mujeres que han compuesto música renacentista, barroca, clásica y contemporánea, y, en el segundo caso, a determinar la influencia que surte la música europea sobre la música afro-americana e indígena.

Así pues, la interpretación musical es solo una parte del trabajo que realizan ambos grupos, La Donna Musicale desde 1993, habiendo grabado ya cuatro discos que son considerados cuatro pequeños tesoros, y, másrecientemente, Rumbarroco, que presenta al público su primer CD, titulado sencillamente “Rumbarroco. Latin-Baroque Fusion”.

El disco destaca por todos sus detalles. Se presenta en un formato desplegable cuyos textos aparecen en francés, inglés y castellano. El diseño es atractivo y la impresión inobjetable. El orden de las piezas fue cuidadosamente seleccionado para llevar al público paulatinamente de unos a otros estilos, de lo más breve a lo más complejo. El sonido destaca por su equilibrio, resultado no solo de una acertada interpretación, sino de una eficiente grabación, mezcla y masterización, de las que fue responsable el francés Damien Quintard.

Pero, sobre todo, lo que traduce el disco es el cuidadoso trabajo que respalda el planteamiento mismo de estas obras y que involucra tanto el análisis previo, en el que se detectan las familiaridades, como la posterior adaptación de los temas a otros instrumentos y ritmos. No se trata simplemente de arreglos en el sentido estético-creativo: se trata de auténticas propuestas ideadas para resaltar determinados rasgos y establecer precisas conexiones.

La interpretación de música latinoamericana con instrumentos barrocos y de música barroca con instrumentos latinoamericanos es más que un divertimento: permite percibir la proximidad musical entre uno y otro continente. Más aún: evidencia cómo la música latinoamericana está preñada de elementos europeos que perviven en ella. Resultan muy interesantes las sutiles transiciones de uno a otro estilo, sin cambios abruptos, progresivamente, mientras que los temas siguen siendo absolutamente reconocibles aun interpretados en otro tiempo.

La calidad de las interpretaciones de Rumbarroco ha dado pie, por ejemplo, a que el South Florida Classical Review calificara de “estelar” el concierto que ofreciera durante el pasado mes de diciembre en la Iglesia de Santa Marta, en Miami Shores.

A Laury, que toca el cuatro, la bandola, la viola da gamba y la guitarra renacentista, se unen las voces de Camila Parías, Erika Vogel, Alma Richeh, Gerrod Pagenkopf y Brad Fugate, acompañados por los músicos Na´ama Lion (flauta); Guan-Ting Liao y Laura Gulley (violines); Janet Haas (bajo y viola da gamba); Víctor Murillo (bajo y cuatro); Ruth McKay y Margaret Angelini (clavecín); Fabián Gallón (tiple); Alejandro Chávez (guitarra barroca); Vivian Montgomery (acordeón), y Sergio Maestre, Zayra Pola , Basem Batbouta y Renato Malavasi en la percusión, al igual que Francisco Vielma, quien además toca el cuatro.

Todos ellos proceden de diferentes lugares, desde Siria hasta Taiwan, pasando por Colombia, México, Israel, Canadá, y Estados Unidos, además de la ya mencionada participación de venezolanos.

En suma, Rumbarroco está llamado a posicionarse como un referente en la música internacional, no solo por el nivel de sus músicos y de sus interpretaciones, sino por la meticulosidad de sus adaptaciones que resulta, emocionante, apasionada, y a la vez didáctica.